Wiccanismo y Era de Acuario
Me interesa traer a la reflexión el pensar los movimientos wiccanos y cómo fue su desarrollo.
Si bien se asocia la brujería con un público mayormente “femenino” de práctica y compartir sus saberes.
Empoderamiento, saberes populares, reivindicación de sectores que fueron
arrasados por el capitalismo y el patriarcado, también por el cientificismo.
No me parece demás expresar, o nombrar qué pasaba un poco
bajo el telón de la magia, los rituales, la conexión de espíritu, etc.
¿Qué pasaba dentro un Coven?
La mayoría de lo estudiado, en el Coven (o aquelarre)
predominaba el rol o personaje de lo que era el Sacerdote en los
Ritos, representado como el Sol, el Dios, la energía masculina a complementar.
Y teníamos una sacerdotisa, la Luna, la Diosa, energía femenina.
Eran elles quieren guiaban al aquelarre en los rituales, ritos de iniciación,
celebraciones.
Un aquelarre podía estar coordinado sólo por el Sacerdote, por una Sacerdotisa
o ambos.
Es importante nombrar a mi parecer que no sólo se creaba
esta contención colectiva como expresión de amor hacia la tierra que habitamos
sino también la necesidad de red como práctica religiosa o espiritual, que
aglutina y también es método de acción mágica.
·
Antes no se podía saber mucho de las prácticas
que sucedían dentro de un Coven, era todo muy secreto. De hecho muchos de ellxs
no podían llamarse por su nombre y cada quien tenía su “nombre brujo” con un
alfabeto celta, wiccano, etc, donde se identificaban entre sí para encontrarse
en sus reuniones.
La mayoría de los grupos tenían
como regla no poder divulgar sus prácticas mágicas ni contarle a nadie por
fuera del grupo lo que hacían o utilizaban para ritualizar, ni cómo estaba
organizada su jerarquía.
A medida que fue llegando la modernización y varios grupos de coven se abrieron
a mostrar lo que pasaba dentro de sus ceremonias (también ya dejando atrás el
miedo de correr peligro por ello) aún mantenían firme la decisión de no mostrar
los hechizos y rituales que hacían ni los elementos que usaban.
Ahora bien: las prácticas
ceremoniales que tenían pensándolas en la actualidad son muy controversiales.
Por un lado es súper atrapante el discurso de conectar con los elementos, la
naturaleza, nuestrxs cuerpxs, nuestros flujos, el sol, la luna, festejar
sabbath’s, ir al son de los cambios estacionales y cuánta cosa. Pero también tenían
rituales de castigo con látigo, azote, todxs obligadamente debían estar
desnudxs y yendo hacia el wiccanismo tradicional, quienes eran besadas en los
tres (3) puntos chakrales: sacro, ajna, corona. Eran las mujeres por el
sacerdote, algunas veces acostadas desnudas delante de todo el coven.
Los ritos de iniciación eran sin ropa, atados con cuerdas y sus ojos tapados
con una tela/antifaz.
Si algún integrante del grupo desobedecía las reglas como por ejemplo: se
enteraban que alguno de ellos había compartido con alguien por fuera un hechizo
o rito que hacían (contar cómo se iniciaban) si éste tenía intenciones de
seguir siendo parte debía someterse arrodillado al azote haciendo oraciones
para la Luna dirigido hacia la Suma Sacerdotisa (la Madre del coven)
Igualmente en muchos de esos
espacios al ser la mujer vista como “una igual” en realidad como Diosa Lunar
encarnando el arquetipo, ahí era lo más seguro que se podían encontrar.
Ya que los aquelarres apuestan al autoconocimiento y exploración, estudio
incansable, práctica y usos de lo que dispone la tierra para fines mágicos y
toda clase de conocimientos de energía, espiritualidad, conciencia.
Cuando la magia y el esoterismo
fue creciendo en el mundo se armaron muchos coven con distintos enfoques y
ramas como lo fue la Wicca Diánica donde sólo celebraban el lado femenino,
trabajan con la Diosa griega Diana y no admitían varones en sus rituales ni en
su coven. De hecho ellas fueron rechazadas un poco por la comunidad wicca
acusándoselas de ser feministas dentro de la religión y por no trabajar con
energía solar (masculina).
A mi parecer grupos con más participación femenina fue clave para desarrollar
la seguridad dentro de la magia y portar toma de decisiones en los cultos sin
manejar prácticas violentas como lo era el castigo o sobrepasar límites físicos
y psicológicos.
Si bien el wiccanismo logró
trascender generaciones y en muchas culturas y comunidades caló hondo sin
perder la esencia de ser parte de la Tierra y generar creativamente con lo que
se dispone, poder ser sanadores y demás. No deja de ser una secta más que bajo
el manto de crecimiento espiritual: personas se exponían para hacerse creer que
ganaban independencia o bien siempre nos sentimos mejor cuando somos parte de
algo más que uno mismo.
¿Creíamos que las sectas sólo
eran esos grupos “raros” que pasaban en las noticias de la tele?
Creo que si formas parte de un grupo donde están pendiente de tus movimientos:
que haces, que decís, a dónde vas, con quiénes y sos juzgadx por eso. Es muy
parecido a pertenecer a una secta.
Quiero expresar que ahora todo el
wiccanismo es una secta? No, de hecho yo trabajo y vivo acorde al aprendizaje
brujo. Pero lo que antes se sentía como “ser parte de la red”, ahora ya no se
siente igual.
Da paz ser parte de un grupo de pertenencia, lo necesitamos (nuestro cáncer
para vivir y hechas raíces al mundo, expresando lo Leonino) pero estamos
transicionando hacia la Era de Acuario, y esta energía un poco saturnina y
uraniana se renueva, actualiza, modifica. Y dónde uno se sentía parte, puede ser
que ya no exista.
Comentarios
Publicar un comentario